Camila Evia (San Martin de los Andes – Argentina, 1987). Egresada de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Es poeta y directora artística de Buenos Aires Poetry realizando el diseño editorial además de la edición y la traducción. Sus trabajos en materia visual han sido exhibidos en varios medios de Argentina y América Latina, Estados Unidos (Print Magazine) e Italia. Ha participado en festivales de poesía y sus poemas han sido publicados en revistas de Argentina, México, Venezuela, Estados Unidos, Italia, Francia, Colombia y Macedonia. Publicó el libro Ridículos (Buenos Aires Poetry, 2019). En 2020 Buenos Aires Poetry publicó su traducción de la poeta británica Mina Loy, una antología que reúne varios poemas (de 1914 a 1947) y uno de los primeros manifiestos feministas. Actualmente trabaja en la ampliación de esta edición a publicarse en 2021.
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GNOSSIENNES
Encadenados dientes
Relieve de cristal
Bajo el claro de luna
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Rugidos afónicos surgen
Entre blancas melodías
Abominables tentáculos
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La exquisita ala de un cisne
De carácter melancólico
Salpicada por el hueso del infierno
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Viejo polvo multiplicado
La luz inicia
atraviesa las flores
colapsa hacia el centro
donde el color sobrevive
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Es el oro del tiempo
luz estampada por la
máquina de la belleza
inigualable hasta ahora
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Viejo polvo multiplicado
algodón estático sinsentido
células muertas desplazándose
hacia ángulos desconocidos
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NOS DIMOS CUENTA
Nos dimos cuenta
empezando por fuera
de esa piel
por donde nos escapamos
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Nuestra elasticidad
camina por el techo
y las pestañas
se contaminan de estrellas
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En el joven crepúsculo
de nuestra cruel descendencia
dejamos nuestras pasiones de lado
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Habiendo tragado su hambre
satisfecho de ira
nos disuadimos en nidos de ratas
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Viejos aposentos nacidos
de nuestra inmortalidad
estancados muy rápido en una vida
de impalpables dimensiones
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Estamos al revés de la mentira de las ciudades
que se digiere en nuestros estómagos
mientras las luces de la calle
se desvanecen ante nuestros ojos
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OBSIDIANA
Silicatos despegados del suelo
verde oscuro óxido teñido
de estima alumínica
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Rumores de viento estático
sonámbulos reglamentos de
rojo veteado en blanco y negro
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La luz blanca del cielo alumbra
las cenizas que giran en los viejos
sueños enterrados en cristalinas lápidas
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LÁGRIMAS DE AMAPOLA
en la hora ciega de la costa sin sol
la lluvia ahoga las flores mientras las hijas
del océano cantan a la gris espuma
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el viento sacude y golpea
a las amapolas que encogen sus hombros
en la difunta escena del letargo
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las plantas se inclinan por su propio peso
y las moscas sedientas rodean los capullos
de semillas inmaduras para beber sus lágrimas
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Revista Vórtice 